miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL ARTE PALEOCRISTIANO

Que es el arte paleocristiano


Es el estilo artístico que se desarrolla durante los cinco primeros siglos de nuestra era por los primitivos cristianos, recibiendo un gran influjo del arte romano tanto en la arquitectura como en las artes figurativas.
El arte paleocristiano es el de las primeras comunidades cristianas y se desarrolló bajo la Roma Imperialista.
 

ARQUITECTURA 



En el primer período la arquitectura paleocristiana prácticamente se redujo a las CATACUMBAS, enterramientos bajo tierra y también lugar de reunión y oración de la comunidad cristiana.
Las catacumbas fueron trazadas según un plan laberíntico de galerías estrechas (ambulacrum), en cuyas paredes se disponían nichos longitudinales para colocar los cadáveres (Ioculi). Los enterramientos más notables adquirían la forma de arco (arcosolio); los  cubiculi  eran espacios más amplios al fondo de las galerías o en el cruce de las mismas, eran capillas mortuorias para la celebración del banquete funerario y de ceremonias para la salvación del alma, decoradas con pinturas, y en las que se disponían bancos corridos.





BASILICA
Tras la promulgación del Edicto de Milán, la arquitectura experimenta un proceso de desarrollo.
 

Dentro de la arquitectura religiosa paleocristiana, precedente de la arquitectura medieval, la construcción más significativa es la BASILICA «casa real»., lugar de culto, para la reunión de los fieles y la oración.

 Su tipología procede de la basílica romana, de la que adopta la estructura arquitectónica y el sentido espacial, pero la función y el significado son diferentes.
 




BAPTISTERIOS


Los baptisterios están inspirados en los baños de los palacios romanos o en las salas 
de  las termas.
 





 MAUSOLEO


Los MAUSOLEOS son construcciones de carácter funerario de planta central de tradición clásica y oriental, con forma circular.
El Mausoleo de Santa Constanza presenta planta circular. Se desarrolla en torno a un espacio central delimitado por columnas sobre las que se levantan arcos de medio punto. Alrededor del espacio central, se dispone una nave anular o deambulatorio, cubierta con bóveda de cañón anular. El espacio central está cubierto por una cúpula. Es una construcción abovedada en la que destaca el revestimiento de lujosos mármoles y mosaicos.
 


Los MARTYRIUM
  
Santuario cristiano consagrado a un martir. Desde el punto de vista arquitectónico, el martyrium se concibe  generalmente como un edificio de planta centrada, coronada por una cupula.
 





Escultura Paleocristiana 


Antes del Edicto de Milán
En la primera fase encontramos el uso de formas paganas que vienen de un nuevo conjunto de ideas cristianas; en las época de la iglesia triunfante
 


La escultura exenta se centró en la representación de Cristo bajo dos modelos, prototipos iconográficos grecorromanos: El Buen Pastor y Cristo como Doctor.
 


 Despues del Edicto de Milan

 
surge un tema nuevo que es el del Cristo o Dios Doctor. Se trata de un modelo creado en el territorio romano oriental que se convertirá en una figura fundamental, es en el arte cristiano medieval, el Pantocrator, nombre que designa al creador de todas las cosas



 Sarcofagos
Relieve.-se disponen yuxtapuestos o en episodios separados por elementos arquitectónicos (columnas o semicolumnas y pilastras que sostienen arcos o entablamentos).







PINTURA PALEOCRISTIANA 

La pintura paleocristiana o latino-cristiana se desarrolló durante el Imperio romano, por lo que puede considerarse cronológicamente dentro de la pintura romana; sin embargo, por su temática y características, supone la iniciación de la pintura medieval.
Siendo Roma el centro del cristianismo ya desde los comienzos de la Iglesia es fácil deducir que debía ser romano el arte de que se sirvieron los cristianos en los primero siglos para la manifestación de sus ideales. Para ello, adoptaron la pintura con preferencia a la escultura por ser aquélla de más fácil ejecución y por ofrecer menos semejanza con los ídolos del paganismo. Durante los primeros siglos se ocupó el pincel cristiano en decoraciones y pinturas simbólicas más que en verdaderas imágenes veneradas siguiendo la disciplina del arcano o del secreto que vedaba la manifestación pública de algunas verdades católicas y que llegó hasta suprimir la representación de toda imagen cuando las circunstancias lo exigieron como aparece por el famoso canon del Concilio de Elvira o Ilíberis.
La pintura paleocristiana se extiende hasta el siglo VI en que comienza el estilo bizantino. Con las influencias de éste se forma en Occidente el «latino-bizantino» que se llama románico desde el siglo XI. Pero en la segunda mitad del siglo XIII surge la restauración italiana con maneras que se dicen góticas para transformarse en perfecto renacimiento con mayor belleza de formas a partir del siglo XV.
Dentro del período paleocristiano cabe mencionar en primer lugar los frescos de las catacumbas y desde la paz de Constantino sus composiciones al mosaico y también el fresco de las basílicas. Unas y otras ofrecen un altísimo valor por parte de la idea que envuelven aunque por su técnica y ejecución artística disten generalmente de ser modelos.
Los asuntos de las composiciones pictóricas siempre sencillas en las catacumbas son por lo común bíblicos ya históricos ya simbólicos y rarísima vez se observa que se tome como símbolo algún motivo pagano a pesar de que los primitivos artistas debieron poseer una cultura naturalmente pagana y vivían en medio del paganismo que les suministraba formas y emblemas para revestir los nuevos conceptos cristianos. Con todo, apenas se halla otro motivo mitológico que el de Orfeo amansando a las fieras, el cual, por otra parte, se armoniza con el vaticinio de Isaías que anunció al Salvador del mundo bajo un apecto semejante (Isaías, c. XI, 6). La técnica y las formas de las pinturas paleo-cristianas son en su aspecto material propias del estilo romano decadente, tanto mejores o de sabor más clásico cuanto más antiguas. Pero como los artistas no se preocupaban sino por la idea, resultan poco estéticas sus labores y se presentan muy sobrias en el colorido. Sin embargo, se transparenta en las figuras la sencillez, la naturalidad y candor de los primitivos fieles y aún la paz de sus almas en medio de las persecuciones sin que llegue a reflejarse temor alguno por éstas.
 
















 

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